Hace unos días tuve la suerte de poder colaborar en una comparativa de un medio especializado entre la BMW 1200 RT y la nueva Triumph Trophy 1200.
Nos fuimos a Montserrat: 2 probadores, un fotógrafo y yo. Durante un buen rato no me atreví a probar sus motos, me parecían enormes, al lado de mi Triumph Sprint 1050 GT parecían trasatlánticos.
Primer contacto, la BMW: aprovechando una parada me voy a dar una vuelta con este mito. La moto se me hace enorme..arranco y recibo el primer susto, el bóxer se hace notar desde el primer momento,casi ha puesto recta la dirección de golpe. Primera, un poco de gas, suelto embrague y POF! Calada... Debo ser torpe, así que repito y...POF! A la tercera salí pero con miedo por darle tanto gas..
La moto no me da ninguna confianza, aunque también hay que admitir que la carretera llena de sal y los tramos mojados no son de ayuda. En curva no siento ese aplomo que tiene la Sprint, ni esa seguridad que hace parecer que vas sobre raíles y no hace falta que conduzcas tu.
El cambio de primera a segunda es brusco, además la moto parece perezosa en cuanto a respuesta de motor, y no es que no tenga fuerza, es que debes acelerar mucho para pedírsela. La vibración a bajas vueltas hace que no sea cómoda para viajar, has de aceptar que vibre y no tenga fuerza o llevarla alta de vueltas...
Después de tan mala sensación y pensando que tal vez es mi falta de costumbre en motos de tal envergadura decido probar la Triumph.
Me monto, vaya bicharraco...arranco y noto un motor suave, primera y..Bienvenido a casa!
Es impresionante cuanto ha mejorado el cambio de marchas respecto a la Sprint, es suave en cualquier situación. La salida de parado casi sin gas, una vez en marcha el tricilindrico responde instantáneamente a cualquier insinuación, y si le abres has de agarrarte. Tal vez la BMW de más tirón al abrir a fondo, pero no se si es por fuerza o por contraste con lo poco que tira si no le das caña.
La dirección en la Trophy se comporta casi como en la Sprint, aunque obviamente no ves la rueda así que no es tan preciso, pero si que te da una gran seguridad y no te obliga a hacer ningún esfuerzo para tumbar o levantar.
Luego repetí con ambas motos y no vario la opinión: con la BMW paso miedo. Me han comentado que el telelever en carreteras en mal estado acostumbra a no ir muy fino, pero de lo que estoy seguro es de que no he conseguido entenderlo.
En cuanto a posición son muy semejantes. Las cúpulas elevables cubren bien, un poco más en la Triumph, donde a 120km/h podía conducir con la visera levantada con bastante comodidad.
Un problema que tuve en ambas motos es que, aun teniendo unas dimensiones tan considerables, no han tenido en cuenta a los pati-largos como yo y soy incapaz de meter la rodilla en el hueco destinado para ello. En la Triumph es la parte de arriba, no entiendo porque ese detalle para hacer bonito puede provocar que no quepamos en la moto, quitando así la sensación tan agradable de control que tengo en motos más estrechas.
Un detallito es que Triumph haya vuelto a poner un botón de warnings ( que en la Sprint sorprendentemente no hay ) pero he sido incapaz de ponerlo mientras circulo, y aun en parado, con guantes de invierno, es difícil.
Ambas motos tienen tantos extras que no he probado que no puedo comparar, pero si debo decir que a veces tocaba algún botón por error.
En cuanto a los retrovisores, son enormes en ambas pero en la BMW no conseguí que sirvieran para nada, en la Triumph en cambio me daban bastante visibilidad. Mis compañeros de ruta al ser más bajitos, que servidor mide 1,90 , comentaron que en la Triumph se tapaban mucha visibilidad con el puño.
Ya de noche toca volver a casa, me monto en mi Sprint, que hasta el momento ha estado en otras manos más expertas y.. Auch que dolor doblar tanto las piernas...que bajito este semimanillar...me estaré haciendo viejo je,je.
Conclusión: la BMW no me ha gustado, y menos teniendo en cuenta que son más de 6000€ extras a pagar por una moto que, bajo mi punto de vista, va peor.
La Triumph me la compraría sin dudarlo si no la usara para diario. En el día a dia la Sprint es más fácil de meter entre coches, y si pisara mucho la ciudad tampoco serviría. Si tuviese una moto de diario, algo ligero y manejable, me compraría la Trophy. Tiene las mismas maletas que la Sprint pero además trae el top case de serie. La novia tiene su control sobre el asiento calefactable, que es independiente del tuyo para que no te cueza los.. En definitiva un lujo de moto.